lunes, 2 de febrero de 2009

Dictado

Se acercó más al seto, metió las manos entre las ramas y rápidamente agarró el pavo por la cola. No notó ningún movimiento al otro lado. A lo mejor el pavo se había muerto. Acercó más la cara para ver a través de las hojas. Apartó las ramitas con una mano, pero no había manera de aguantarlas. Soltó al pavo y con la otra mano las aguantó. A través del agujero que había hecho vio que el pájaro salía tambaleándose como borracho.
El pavo cruzó zigzagueando por el medio del campo, otra vez en dirección al bosque. ¡ No podía meterse en el bosque! ¡ Nunca lo alcanzaría! Salió a toda velocidad detrás del animal, sin quitarle la vista de encima, hasta que rápidamente algo lo golpeó en el pecho, se le cortó la respiración y lo vio todo negro. Cayó de espaldas; la punzada del pecho hizo que se olvidara del pavo. Se quedó allí tirado un rato mientras a su alrededor veía un montón de cosas moviéndose. Finalmente se sentó.

No hay comentarios: